¿Quieres hijos fuertes ante adversidades y frustraciones? Llévalos a la piscina
A través de la práctica de un deporte, niñas y niños pueden desarrollar una serie de habilidades que los harán más felices hoy y en la vida adulta.
CIUDAD DE MÉXICO. A menudo se dice que los niños felices devienen en adultos sanos; no obstante, el tema es qué se entiende por felicidad y la idealización que ha hecho la sociedad de la infancia como una etapa de la vida exenta de problemas.
Entonces, una frase más atinada puede ser: niños criados en la inteligencia emocional son niños más felices que devienen en adultos maduros y sanos. Y el deporte es un gran auxiliar en esa crianza.
En realidad, los niños nunca están exentos de adversidades y frustraciones como adaptarse al colegio, a una nueva clase, enfrentar la intimidación de sus compañeros o la separación de sus padres, sin dejar de mencionar temas mucho más graves como violencia y abuso. Estos sucesos en la vida de niñas y niñas se suman, además, a la incertidumbre del crecimiento, menciona la Asociación Americana de Psicología.
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Enseña a tu hijo a gestionar el dolor, no a tratar de evitarlo
La clave para que sean felices no es evitarles dolor a toda costa. Eso es imposible pues el dolor es parte de la vida. La clave es que aprendan a afrontar y gestionar la adversidad para superarla y obtener aprendizaje y fortaleza de esa experiencia para el futuro.
Eso significa desarrollar resiliencia, pues es una habilidad que puede aprenderse, de acuerdo con la Asociación.
En ese sentido, el deporte es una gran herramienta, ya que reúne factores primordiales en el desarrollo de la resiliencia como establecer relaciones con otras personas, ayudar a otros y colaborar, aceptar el cambio y fijarse metas.
Del terreno de la competencia a la vida cotidiana
Un estudio realizado en estudiantes de secundaria por la Universidad Brigham Young, dado a conocer en 2019 en la revista The Physical Educator, mostró que en comparación con los adolescentes que no participaban en deportes, los que sí lo hacía tenían niveles significativamente más altos de resiliencia, incluida la autorregulación (control de sus emociones), la competencia social (ejecución de metas y logro de objetivos) y la empatía.
La investigación, al igual que otras que se han llevado a cabo sobre el tema, confirma que la resiliencia es una capacidad que puede aprenderse.
Para el estudio, los investigadores encuestaron a los padres de 276 estudiantes de secundaria, incluidos 214 estudiantes que participaron en deportes y 62 que no lo hicieron.
Según los autores del reporte, los hallazgos sugieren que alentar a los estudiantes a participar en deportes puedes ayudarlos a enfrentar desafíos actuales y más adelante en la vida.
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"La resiliencia requiere autodisciplina y perseverancia ante la adversidad", continuó el coautor Paul Caldarella. "Podrías salir lastimado, perder el juego o recibir una mala decisión en tu contra, pero tienes que descubrir cómo canalizar eso en un enfoque positivo y seguir adelante después de estos momentos negativos".
Además, los niños y niñas aprenden a colaborar en una causa común más grande que el individuo.
"En medio del océano, no hay ningún lugar donde esconderse"
La nadadora india de aguas abiertas, Bhakti Sharma, ha compartido que el deporte en el que ha logrado tantos hitos no solo le ha traído esos éxitos, sino también la oportunidad de conocerse profundamente y desarrollar su resiliencia, al nadar hasta por 13 horas en la más absoluta soledad, en el más absoluto silencio y prácticamente sin poder ver a su alrededor.
Asediada, además, por el sabor del agua salada que también irrita su piel; por temperaturas cercanas a cero; por oleajes que la atascan en un mismo lugar; por enormes ballenas que se mueven alrededor de ella; pero sobre todo por un monstruo mayor: sus propios pensamientos.
Sharma es la primera mujer asiática y la más joven del mundo en establecer un récord de natación en aguas antárticas. Nadó 1.3 millas (2.3 km) en 41.14 minutos, a una temperatura de 1° C. Ha nadado en los cinco océanos del mundo y ha cruzado el Canal de la Mancha.
Con tan solo 14 años se inició en aguas abiertas y ha dedicado más de dos décadas a ese deporte.
"En medio del océano, no hay ningún lugar donde esconderse. Tengo que enfrentarme a mis demonios [...] Lo odio y lo amo", dijo Bhakti durante su participación en la Ted Talk, What open water swimming taught me about resilience?, en noviembre de 2019.
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