Habilidades que debes tener para enseñar a tus hijas e hijos a evitar el bullying
Madres y padres deben contar con dos condiciones básicas para que puedan enseñarlas a las infancias.
CIUDAD DE MÉXICO. El acoso escolar o bullying afecta a 18 millones 782 mil estudiantes de educación básica en México, de acuerdo con un reporte de 2019 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, aunque otro informe 2020-2021 de Bullying sin Fronteras asegura que de 40 millones de alumnos de nivel básico, cerca de 28 millones lo padecen, por lo que el país ocupa el primer lugar en el mundo, incluso con 180,000 casos auditados por la organización no gubernamental.
Se trata de una problemática muy delicada que, además, genera una serie de consecuencias emocionales negativas para los mismos alumnos y sus familias. Por ello, madres, padres y autoridades educativas deben tomar una serie de acciones o medidas para combatirlo.
“Se considera acoso escolar o bullying a cualquier acto de violencia, ya sea verbal, físico o psicológico, ejercido por una alumna o un alumno, o bien un grupo de alumnas o alumnos sobre otro u otros, en escuelas de educación básica con el propósito de intimidar, controlarlo/a, mediante contacto físico o manipulación psicológica. Se produce dentro de las instalaciones de los centros educativos y en el horario escolar”, señala la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
En México en 21 estados se ha legislado al respecto y en 10 se aplica algún tipo de sanción, según el Senado de la República, pero las leyes no bastan y las propias familias deben desarrollar una serie de habilidades que deben enseñar a las infancias. La psicóloga Alexandra Sotelo Sánchez indicó en entrevista con Dalia Empower que lo mejor es trabajar con la niñez que atestigua esos actos para empujarles a actuar. Y, en caso de que lleguen a ser víctimas, igualmente sepan identificar y puedan actuar.
Dalia Empower es es una organización global que transforma personas y empresas a través del desarrollo de habilidades blandas -habilidades de vida o life skills, como las llamamos en Dalia- y de un acompañamiento hacia una cultura diversa igualitaria e inclusiva.
Sotelo explica que los estudios que se han hecho en varios países sobre acoso escolar revelan que trabajar con el bully, es decir, con quien acosa, es complejo en el ámbito escolar.
Se ha intentado trabajar el desarrollo de la empatía con estas infancias; sin embargo, "no se ha logrado, como se quisiera, una intervención adecuada porque son chiquitos que necesitan una intervención terapéutica profunda”, comentó en entrevista para Dalia Empower](https://daliaempower.com/), proyecto de educación continua enfocado en life skills, las llamadas habilidades blandas, perspectiva de género, inclusión y diversidad.
Por otra parte, destacó la especialista, "revictimizar no es una intervención adecuada y desde casa, de repente, esta cuestión de abordar a tu hijo o hija desde una postura de: _ Vas a ser víctima_, no es una excelente estrategia. Lo que ha funcionado en los países que han logrado, básicamente, erradicar el acoso escolar es la estrategia psicosocial de trabajar con los testigos. Todos, absolutamente todos en la vida hemos sido testigos de casos de acoso escolar. Entonces, a ese tipo de personas se les habla; a ese tipo de testigos se les habla”, detalló.
La psicóloga señaló que una de las habilidades básicas que madres y padres deben desarrollar primero para luego transmitirla a sus hijas e hijos es la empatía por el prójimo. De esta manera, dijo, pueden acercarse en mejores condiciones a las infancias para hablar con ellas sobre si han visto comportamientos negativos contra sus compañeros y cómo se sienten al respecto de ser así.
“La mejor estrategia es que hables con tus hijos, con tus hijas y les digas: Oye, ¿alguna vez en tu salón de clases ha pasado esto? ¿Has visto que algún niño o alguna niña ha sido agredida de alguna manera? Y hacerle saber cuales son los tipos de agresiones de los que pueden ser sujetos; que no solamente las agresiones físicas, sino también el burlarse de una persona es otro tipo de violencia. Que también el aislamiento social es otro tipo de violencia, sin preguntarle directamente: ¿Tú lo haces o a ti te lo hacen? Sino saber que puedes ser testigo y saber cuáles son las formas en que puedes ser sujeto de cambio en ese tipo de cosas”, explicó.
“¿Tú lo has visto? Ah sí, a fulanita le hacen esto o a fulanita no le invitan a jugar o de fulanita se burlan porque usa lentes o porque no trae el uniforme completo. Ok, ¿tú cómo crees que se siente fulanita? ¿Tú qué haces para que fulanita no se sienta así? Y ahí es donde se emplean estas herramientas psicosociales que son la empatía, la inclusión social”, añadió.
De esta manera, comentó Sotelo Sánchez, se le está diciendo a las infancias que lo que sucede a otras personas puede también pasarle también a ellas y tienen que actuar. Esa es la mejor forma de protegerles.
Otra habilidad fundamental que padres y madres deben tener muy sólida para poder enseñarla es la comunicación asertiva. En primer lugar, para que puedan explicar a las infancias qué es el acoso escolar y qué posibles alternativas hay para evitarlo. En segundo lugar, siendo los mismos adultos un ejemplo de comunicación asertiva y practicándola con las pequeñas y pequeños es la vía para que ellas y ellos la desarrollen y la usen en caso de ser testigos o víctimas de de bullyng.
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“La comunicación asertiva. Trabajar con los chiquitos. En este caso, que sepan hacer una intervención, una comunicación asertiva. Porque tampoco se trata de que llegues a defender al agredido y terminen agarrándose a golpes. Es una comunicación en efecto; una comunicación asertiva y que empiece desde casa”, comentó.
En ese sentido, un punto clave es enseñar a niñas y niños que enfrentar a la persona agresora no es la única manera de evitar que alguien continúe siendo víctima de acoso escolar.
“¿Qué crees que podrías hacer? Y no solamente desde un 'deténganse’, sino muchas estrategias: desde distraer al que está agrediendo (...); hay mil maneras de distraer precisamente esta agresión. A lo mejor no tan directo para que no te conviertas tú mismo en víctima, sino distraer la agresión”, explicó Sotelo Sánchez.
De acuerdo con el IMSS, el acoso escolar genera consecuencias como baja autoestima, estrés, aislamiento, falta de concentración, depresión, autolesiones, ansiedad, malestares físicos, pérdida de apetito y hasta ideaciones o intentos suicidas. Por ello es necesario que se trabaje con las infancias; para evitar que el acoso escolar continúe siendo un problema.
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