¿Eres perfeccionista? Puedes sufrir por ello o mejorar tu creatividad
El perfeccionismo y el pensamiento lateral o creativo tienen más relación de la que imaginas.
CIUDAD DE MÉXICO. Tener una personalidad perfeccionista es visto a menudo como algo negativo que puede obstaculizar tu desempeño, pero también puede llevarte a impulsar tu creatividad. Todo depende de que identifiques muy bien sus ventajas y desventajas.
Entre las experiencias más comunes de las personas perfeccionistas están situaciones como que se atasquen frecuentemente en errores, pierdan tiempo en tomar decisiones, incluso las más simples, o que colaborar con ellas resulte difícil porque esperan que todos se desempeñen según sus estándares.
Pero por otro lado, su perfeccionismo también les otorga comportamientos ventajosos como: a) Ante una opinión contraria o una situación que los desafía, jamás se cruzan de brazos; b) Quieren entenderlo todo; c) Son tenaces al grado de la terquedad, y d) Son competitivos.
Por si fuera poco esas cuatro actitudes representan también una enorme fuente de creatividad, la cual tiene que ver no solo con las artes -como popularmente se piensa- sino con la capacidad de desarrollar nuevos conceptos e ideas, así como soluciones para la vida profesional o personal.
El llamado pensamiento creativo "va muy hilado a lo que se conoce como el pensamiento lateral, que es cuando nos preguntamos: ¿de qué otra manera podemos hacer las cosas?”, explica Alejandra Rojo, maestra en estudios de diseño y quien imparte el módulo Creatividad en Acción del Programa ADN de liderazgo femenino de Dalia Empower.
Este pensamiento lateral es el responsable de generar soluciones novedosas que no siguen las pautas lógicas que habitualmente utilizan las personas.
Alice Boyes, ex psicóloga clínica, escritora y autora de The Healthy Mind Toolkit y The Anxiety Toolkit, explica en un artículo para el sitio web Harvard Business Review, cómo las cuatro ventajas de la persona perfeccionista la empujan a ser más creativa.
A) Ante una opinión contraria, jamás se cruzan de brazos
Se molestan cuando enfrentan ideas contrarias o fallida, y no pueden dejar de sentir incomodidad hasta encontrar la manera de reconciliar los opuestos o hallar una manera de demostrar que lo que el colectivo piensa es erróneo. En ese sentido, desafía el orden imperante por naturaleza.
Alice Boyes, quien se identifica como perfeccionista, menciona que al escribir sus libros y cuando tiene que descubrir cómo combinar ideas "aparentemente disonantes", su pensamiento y escritura "se vuelven más innovadores".
B) Quieren entenderlo todo
La curiosidad está fuertemente ligada a la creatividad, y generalmente las personas perfeccionistas tienden a querer entenderlo todo, impulsadas siempre por un deseo de excelencia y una mentalidad de crecimiento.
Por ello consiguen todo tipo de información, incluso la que no esté muy relacionada con la tarea que les ocupe en determinado momento. Como resultado, su enfoque se hace más grande y diverso.
C) Son tenaces al grado de la terquedad
"A los perfeccionistas no les gusta hacer concesiones ni conformarse con soluciones razonablemente buenas. Quieren un plan que cumpla con todos sus requisitos y trabajarán para lograrlo, incluida la creación de sus propias alternativas listas para usar", detalla Boyes.
Las opciones estándar o lógicas no les parecen realmente buenas. Por ello, suelen llegar soluciones que nadie más habría imaginado.
En su experiencia personal, Boyes cuenta que al necesitar de tiempo flexible, la idea de guardería a tiempo parcial no le agradaba al no querer, precisamente, estar en un lugar en un momento determinado.
La guardería donde encontró la solución fue su gimnasio, el cual presta ese servicio sin cita previa mientras las madres y padres permanecieran dentro del edificio. Boyes entonces decidió trabajar en el gimnasio y caminar en la cinta de correr mientras lee estudios.
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D) Son competitivas
A las personas perfeccionistas no les gusta estar detrás de nadie ni tampoco estar fuera de los plazos establecidos para una tarea.
Esa urgencia les llevar a idear rutas para ponerse al día y esa misma prisa puede impulsar su creatividad.
"Es importante desarrollar una comprensión profunda y matizada de cuándo ser un perfeccionista puede ayudarte y cuándo es auto-sabotear, para que puedas aprender a entrar o salir de ese modo", menciona Alice Boyes
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