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CIUDAD DE MÉXICO. Los cines de todo México y de paso las redes sociales se inundaron de personas vestidas de rosa. Lo mismo hombres que mujeres se pusieron sus mejores atuendos para disfrutar el estreno y el primer fin de semana en pantallas de la esperada película Barbie, que ha dividido las opiniones.

Algunas personas señalan que es una película feminista; otras, que integra elementos del feminismo, pero sin lograr un posicionamiento específico; otras más, que no lo es y que únicamente utilizan términos para enganchar a las personas y que paguen su boleto. Una cosa es cierta: el empoderamiento de las mujeres, la brecha de género y la forma en que se lleva a las pantallas están sobre la mesa.

La película dirigida por Greta Gerwig -quien anteriormente ha realizado películas catalogadas como feministas- logró recaudar 377 millones de dólares en todo el mundo tan solo durante el primer fin de semana de estreno, de acuerdo con páginas especializadas en cine, lo que la convierte en el debut fílmico más grande del año.

Desde los avances de este filme, se pudo observar a una Barbie inmersa en el 'mundo real', donde las mujeres deben cumplir con ciertos estereotipos para encajar. Esa Barbie -creada por Mattel en 1959, que ha tenido distintos tipos de cuerpos (la mayoría imposibles para una mujer real), conocida por sus muchos atuendos, sus distintas profesiones y su lema sobre “ser lo que quieras ser”- llega ahora a un mundo que no es 'color de rosa' y debe enfrentar los problemas de las mujeres en su día a día.

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Estas nuevas representaciones de las mujeres responden a que el mundo está cambiando e industrias como el cine tienen que adaptarse a él, a lo que hoy significa ser mujer y a las exigencias de una sociedad que igualmente va evolucionando, dijo la periodista Sara Lovera López.

“Esta historia de que los papeles de las mujeres en una condición de más libertad, de autonomía por su trabajo o por cómo visten... lo que ha pasado es que [la mujer] ha invadido el mundo y entonces ahí están los industriales. Yo creo que se está utilizando la condición cada vez más diferenciada de las mujeres y los avances legislativos, aunque sabemos que hay profundidades donde todavía las mujeres están discriminadas o no tienen conciencia de sí mismas”, afirmó la periodista.

“Naturalmente, en la historia de la Barbie fue representada muy femenina, curvosa, llena de cosas de consumo. Habrá que ver si realmente le están cambiando el perfil”, añadió.

Sin embargo, para la directora de la Red Nacional de Refugios, Wendy Figueroa, la muñeca Barbie continúa representando estereotipos de cómo deben ser los cuerpos de las mujeres, cómo deben realizar o no actividades y cómo priorizar sus gastos. Eso está lejos de lo que se requiere para avanzar en materia de equidad de género.

“Barbie sigue estereotipando los cuerpos de las mujeres, alejados de la realidad y priorizando lo material [...] Como siempre, yo no cuestiono a quien se subió a la tendencia o a quien se sienta identificada; cuestiono al sistema patriarcal y al capitalismo. Yo no me identifico con Barbie ni deseo que una niña o una mujer lo haga; lo que deseo es que nos identifiquemos con nosotras mismas sin ninguna etiqueta", dijo.

"En mi opinión, las niñas, las mujeres, siempre hemos podido ser lo que queramos. El tema y, al mismo tiempo, el obstáculo, es que el sistema patriarcal, capitalista y desigual nos pone mil obstáculos y que no todas podemos tener la mansión, el auto deportivo, etcétera, de Barbie”, afirmó.

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Señaló que, aunque el mensaje del filme sea terminar con los estereotipos y la exigencia de ser una “súper mujer” que puede con todo, la realidad es que continúa siendo el mensaje de una muñeca que perpertúa esos estereotipos patriarcales.

“La contradicción es que el mensaje viene de un juguete [muñeca] con un estereotipo de una mujer que no nos representa a miles y esto, insisto, no es un cuestionamiento a quienes jugaban con Barbies [yo también lo hacía] o quienes se identifiquen [con ella], sino al sistema”, afirmó Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios.

Esa es la razón por la que la directora del Observatorio Nacional del Feminicidio, María de la Luz Estrada, no verá la película. Eso mencionó, aunque sí espera que esos estereotipos queden fuera de la película. “De entrada no me interesó verla, pero las niñas y jóvenes la van a ver. Espero que no refuerce estereotipos de mujeres superficiales y ricas, gastando sin sentido y cuidando su imagen”, afirmó.

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A pesar de ello, Lovera López aseguró que este tipo de abordamientos cinematográficos sí pueden contribuir a que las mujeres se replanteen la realidad en la que viven y las demandas sociales que deben hacer. No obstante, ello no implicaría que la película por sí misma sea feminista; únicamente sería un reflejo de lo que está pasando en la sociedad.

“Estas nuevas representaciones sí pueden contribuir a toda la corriente [feminista] que encabezan sobre todo las jóvenes, muy jóvenes, en todo el mundo, y probablemente están respondiendo a una parte de la realidad. Habrá que ver a fondo la película para tener idea de si solamente es progresista o solamente está representando esos nuevos papeles de las mujeres en todo el mundo”, subrayó.

Mientras tanto, en redes sociales las mujeres opinan sobre la película: aquellas que se sienten identificadas por no poder cumplir los estereotipos; las que se advierten que no se trata de una película infantil; las que consideran que el mensaje feminista viene de un personaje secundario; las que creen que no se trata de feminismo, sino de un “lavado de cara”. Incluso, aquellas que, desde una postura antiderechos, llaman a no ver la cinta porque, aseguran, difunde un mensaje 'anti hombres' y contiene una metáfora de un aborto.