CIUDAD DE MÉXICO. El golpe del virus de COVID-19 no solo se ha tratado de cifras, sino también de momentos de vida decisivos que se han convertido en parteaguas personales. ¿Tú has tomado alguna decisión rompedora durante este periodo de confinamiento?

Eso fue lo que preguntamos a la diputada federal Martha Tagle; la conductora y locutora Blanca Becerril; la creadora del mapa de feminicidios María Salguero, y a la diseñadora de joyas Tanya Moss.

Estos fue lo que nos contaron.

Tanya Moss

Diseñadora de joyería y empresaria

Twitter: @tanya_moss

Instagram: @tanyamossjewelry / @tanyamossdisenadora

Página: https://www.tanyamoss.com/collections/aretes

“La (decisión) más dura fue ajustar los sueldos. Es una situación donde por sobrevivencia estás decidiendo arriesgar a la gente que se la juega contigo y en cierto sentido, un poco, fallarles”.

¿Cuál fue el mayor reto que trajo a tu vida el COVID-19?

El mayor reto es haber cerrado todos mis puntos de venta. El saber que todo mi flujo se terminó y estábamos en la puerta de mi época más importante de ventas y que prácticamente perdí todo lo que estaba ya preparado.

En la joyería y en la moda no puedes sacar cosas de un momento a otro. Ya teníamos todo preparado para el Día de las Madres, que es la segunda temporada más fuerte para nosotros y me quedé con un sobreinventario gigantesco.

En tu trabajo, ¿qué cambió?

Trabajo muchas más horas. Me siento un poco desorganizada y desestructurada, pero estoy sacando el trabajo. Estoy sacando el trabajo de un Director de Marketing, de un puesto medio y un junior de marketing. Lo estoy haciendo todo yo.

Decidí que tenía ganas de ponerme en contacto con una selección de clientes buenos, hacer una especie de focus group. Normalmente, contratas a una compañía para que te lo haga. Yo redacté las preguntas, las organicé, armé todo. Mi gente invitó a sus clientes y tuvimos un Zoom de setenta y pico de clientes que me daban su retro.

El Zoom duró dos horas. Hice un focus group que me hubiera costado en otras situaciones 100 mil o 200 mil pesos y lo hice yo con otras dos personas. Te das cuenta del valor de tu equipo y también te das cuenta de lo que no estaba recibiendo y entonces te cuestionas.

¿Cuál ha sido la decisión más importante de vida que tomaste en esta cuarentena?

La más dura fue ajustar los sueldos. Es una situación donde por sobrevivencia estás decidiendo arriesgar a la gente que se la juega contigo y en cierto sentido, un poco, fallarles.

A mí me falló el gobierno, pero ¿y qué? Yo tengo que ver por salir adelante. También fue cerrar las tiendas que he cerrado, que ya no van a abrir.

Estoy empezando a estudiar mucho más sobre redes sociales y sobre e-commerce para todo poder hacerlo yo e idear las órdenes y la estrategia correcta.

¿Cómo impactó esa decisión en tu vida? ¿Qué te enseñó?

Lo más importante es que fallas hasta donde te permitas. Si tú sabes que no vas a morir en el intento, no mueres en el intento.

Las primeras llamadas e intercambios que tuve con mi gerente comercial, que es alguien que lleva 20 años conmigo, fue: no importa si tenemos que volver a vender de casa en casa para rescatar a esta compañía; lo vamos a hacer.

Lloré, cuando lo oí de su voz y la mía. Ese compromiso y empuje... se me salieron las lágrimas. Qué increíble saber que no me voy a dejar caer.

¿Qué reflexión te has llevado durante estos meses de cuarentena?

Me llevo que estoy agradecida y bendecida por el entorno donde vivo. Creo que hay que apoyar a mujeres a lograr un entorno positivo para que tengan todas estas oportunidades que uno se logra dar.

Blanca Becerril

Locutora y conductora

Twitter: @BlancaBecerril

Instagram: @blancabecerrilanchor

¿Cuál fue el mayor reto que trajo a tu vida el COVID-19?

El reto es cómo adaptarte a trabajar desde casa. Yo tengo dos programas, soy la titular del programa de la mañana de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que se transmite a las 9 de la mañana y después tengo un programa de radio en el Heraldo de México a las 12 del día, los dos requerían estar tanto en el estudio de televisión como en la cabina y el adaptarte a trabajar desde casa fue complicado en un principio.

Otro reto importante es que nosotros los periodistas no hemos descansado ni un solo minuto y mentalmente tampoco descansas. Somos seres humanos y también emocionalmente te pega. Uno, el encierro, y otra cosa: no te puedes desconectar de las noticias.

En tu trabajo, ¿qué cambió?

En la Suprema Corte, cuando ya se decretó la cuarentena de forma oficial, nos mandaron a todos los conductores y a todo el staff a casa, y desde finales de marzo no ha habido programa en el canal. Lo que hemos hecho es grabar cápsulas informativas desde casa y otro tipo de materiales.

En el Heraldo lo que hicieron fue mandarnos a todos los locutores a casa y solo un equipo muy pequeño de producción. A los conductores nos bajaron un programa que el Heraldo compró para transmitir desde tu casa sin mayor complicación. Eso hemos hecho durante los últimos meses.

Trabajas el doble o el triple cuando haces home office.

¿Cuál ha sido la decisión más importante de vida que tomaste en esta cuarentena?

Llegó un momento en que decidimos que la hora de la comida era nuestra hora donde solo íbamos a hablar de cosas buenas, tonterías, pero nada que tuviera que ver con la pandemia y tampoco nada de información.

Conforme fue pasando el tiempo y vimos que no se acababa la pandemia, decidimos extenderlo de las 3:30 de la noche, cuando llega Francisco (Zea) del programa de radio, hasta las 7 de la noche, que empezaba la conferencia, y no hablar de nada que tuviera que ver con coronavirus, influenza y otras noticias del país. Porque si no yo creo que nuestra convivencia matrimonial hubiera sido complicada.

¿Cómo impactó esa decisión en tu vida? ¿Qué te enseñó?

De las 3 a las 7 de la noche que estábamos desconectados, por ejemplo, yo en esta cuarentena leí cuatro libros. Dos de 700 páginas. Normalmente, en mi vida normal, no tengo tiempo de leer. Cocinamos, pintamos la casa.

¿Qué reflexión te llevas de estos meses de cuarentena?

Uno, cuidar tu cuerpo; dos, cuidar a tu familia y tener tiempo de calidad para ti y para los tuyos.

Es lo que me deja y también no ser tan materialista. Se puede vivir bien con lo básico. No necesitas tener muchísimas cosas. Si tienes un coche padrísimo, qué padre, pero en cuarentena no tienes a dónde ir.

Si tenías unos zapatos o una bolsa muy cara, y habías trabajado meses para comprarla, pues sí mi vida, pero la debías tener guardada en el clóset porque no la podías sacar a ningún sitio porque todo estaba cerrado.

Es un momento de reflexión y para hacer una limpia sobre qué es lo bueno y lo malo que tenemos en la vida. Desde amigos, personas que nos sigan en Instagram y reflexionar a qué hay que dar importancia realmente y que las cosas materiales no son indispensables.

María Salguero

Geofísica y creadora del Mapa Nacional de los feminicidios en México

Twitter: @msalguerb

Instagram: @ maria_salguer

¿Cuál fue el mayor reto que trajo a tu vida el COVID-19?

Yo no vivo del mapa (de feminicidios), pero lo financio con conferencias. Tenía varias conferencias que me cancelaron.

¡Me pasó de todo, eh! Se vino lo del COVID-19 y en Guanajuato me cancelaron las dos conferencias y ya. Dinero bye. Luego se accidenta mi mamá. Después se me descompone la computadora. Lo bueno es que tuve el apoyo de gente para salir adelante.

En tu trabajo, ¿qué cambió?

Ahorita se me ha complicado por el accidente de mi mamá. En realidad, me han ofrecido conferencias en línea y todo, pero les digo: no. No tengo tiempo para sentarme a prepararlas porque preparar una conferencia lleva tiempo.

Algunas sí las he dado por Zoom. Ya se empieza a ver la migración de lo personal a lo digital.

¿Cuál ha sido la decisión más importante de vida que tomaste en esta cuarentena?

Todo mundo me estuvo hablando, pidiéndome datos del mapa y todo eso. Yo les digo: ahorita la prioridad es que mi mamá se recupere.

Ahorita tuve que tomar la decisión de atender a mi mamá y dejar el mapa a un lado porque no vivo del mapa y tengo que cuidar a mi mamá.

¿Cómo impactó esa decisión en tu vida? ¿Qué te enseñó?

No soy buena cuidadora, eso es lo que me está enseñando. Ya ves que siempre a las mujeres nos dan el papel de cuidadoras y yo siento que no soy buena cuidadora.

¿Qué reflexión te llevas de estos meses de cuarentena?

El estar confinada es un privilegio de clase, la neta. No todas las mujeres pueden estar en confinamiento, desgraciadamente. Muchas tienen que salir a trabajar.

Muchos humanos han sacado su peor parte en estos días. Muchos están criticando a los comerciantes del centro, porque yo vivo en el centro y algunos de ellos son mis amigos y algunos de ellos ni un descuento en la renta les están haciendo. Oye, bájale la renta un poco. No te están pagando por una situación extraordinaria.

En esta época también sale lo mejor. A mí me apoyaron, se me descompuso la computadora y la senadora Citlalli Hernández me mandó una y unos chicos en Twitter hicieron ‘vaquita’.

Martha Tagle

Diputada Federal

Twitter: @MarthaTagle

Instagram: @marthatagle

¿Cuál fue el mayor reto que trajo a tu vida el COVID-19?

El reto más importante que he enfrentado, sin duda, es el confinamiento. Afortunadamente, soy una persona que tiene el privilegio de poder quedar confinada y trabajar desde casa, pero reconozco que hay muchas personas que no tienen esa posibilidad.

Es un reto porque la política es una actividad pública que se da en espacios fuera y eso ha requerido que retomemos nuestras actividades de diferente manera procurando mantener la comunicación, coordinación y contacto con la gente a través de medios que no son la presencia física y transformar todo eso a una parte muy virtual.

En tu trabajo, ¿qué cambió?

En un principio el tema de los horarios era muy desordenado. Empezábamos tarde, terminábamos más tarde y eso implicó para mí buscar poner un orden.

Ese orden implicó retomar una agenda que tuviera horarios definidos. ¿Qué significa eso? Establecer un horario para levantarnos temprano; tratar de hacer alguna actividad física al interior. Prever que mi hijo estuviera conectado a sus clases virtuales y estar lista a las 9 para poderme conectar a múltiples reuniones.

Respetar horarios, agendar reuniones en horarios que me permitieran un horario de comida; un horario para desconectarme en la noche.

¿Cuál ha sido la decisión más importante de vida que tomaste en esta cuarentena?

Buscar no contribuir a la especulación ni a la polarización que se da en estos días en la vida política. Me parece que en los temas de salud no debemos prestarnos a situaciones de especulación. Quienes tenemos cierta actividad política o liderazgo tenemos que buscar influir para bien y para que las medidas sanitarias fueran bien recibidas por la población y se siguieran al pie de la letra porque al final de cuentas está de por medio la salud y la vida de las personas.

Me parece que un liderazgo responsable implica el poder mandar una señal de claridad a la gente y en este tipo de temas lo que menos puede uno hacer es polarizar o que tu actitud dé a lugar a que no se cumplan las medidas.

¿Cómo impactó esa decisión en tu vida? ¿Qué te enseñó?

Hay muchos temas que cuestionar al gobierno y las decisiones que se han tomado en materia sanitaria, pero yo creo que la rendición de cuentas vendrá después. Ahorita, es momento de exigir resultados. Estamos en una situación médica que requiere que todos pongamos de nuestra parte.

Las medidas de confinamiento trajeron cuando menos dos impactos que a mí me preocupan mucho y que en ese tema yo sí he estado buscando opciones y señalando la necesidad de trabajar en conjunto porque son necesarios.

Uno es el tema económico y por eso estamos promoviendo una propuesta de ingreso vital; el otro gran tema es el asunto de violencia al interior de las familias y que el confinamiento sumado a las presiones económicas y la sobrecarga de tareas en el hogar, también hemos estado insistiendo en el tema de recursos para los refugios, encontrar que se difundieran campañas de que las mujeres no deben quedarse solas y buscar apoyo para que se evite un tema de violencia feminicida.

¿Qué reflexión te llevas de estos meses de cuarentena?

Es bien importante poner en evidencia que la sostenibilidad de las medidas de emergencia que se han tenido que decretar en México y muchas partes del mundo se dan gracias al trabajo que hacen las mujeres y que no estamos reconociendo.

Seguimos sin valorar lo que realmente representa este trabajo al interior de las casas y hoy, es gracias a ese trabajo, que las medidas de emergencia sanitaria están teniendo éxito. Si no hubiera ese trabajo en casa, simplemente no podríamos sostener el confinamiento.